En el vibrante escenario culinario de México, las bebidas no alcohólicas caseras o artesanales ocupan un lugar destacado en la oferta de expendios públicos, desde taquerías hasta refresquerías y paleterías. Sin embargo, detrás de la indulgencia sensorial que estas delicias proporcionan, se encuentra una realidad nutricional preocupante, caracterizada por un alto concentrado de elementos que plantean desafíos significativos para la salud pública.

La popularidad de estas bebidas, que van desde aguas frescas hasta licuados y jugos preparados y embotellados de forma casera o artesanal, ha llevado a un aumento en su consumo, pero la falta de regulación en cuanto a los niveles de azúcar y calorías ha generado inquietudes en el ámbito de la salud. La realidad es que estas delicias, apreciadas por su sabor auténtico y refrescante, a menudo contienen cantidades excesivas de azúcar, lo que contribuye a la creciente prevalencia de enfermedades como la diabetes y la obesidad en la población mexicana.

Un aspecto especialmente preocupante es la ausencia de sellos de advertencia en estas bebidas, lo que dificulta que los consumidores tomen decisiones informadas sobre su ingesta. La falta de transparencia en la información nutricional deja a los clientes en la oscuridad respecto a los riesgos asociados con el consumo excesivo de azúcar y calorías. En un entorno donde la conciencia sobre la importancia de llevar un estilo de vida saludable está en aumento, esta carencia en la regulación se convierte en un obstáculo para el bienestar general de la población.

Este escenario plantea la necesidad urgente de una mayor regulación y transparencia en la comercialización de bebidas caseras. Sin embargo, es crucial abordar estos desafíos nutricionales de manera integral. Más allá de la regulación, se requiere un esfuerzo conjunto de los reguladores, los consumidores y los elaboradores para fomentar una cultura de elecciones alimenticias más conscientes y saludables. Esto implica no solo un cambio en las prácticas de elaboración, sino también una mayor concienciación pública sobre los riesgos asociados con el consumo excesivo de azúcar.

En última instancia, enfrentar estos desafíos nutricionales en las bebidas no solo beneficiaría la salud individual, sino que también contribuiría a construir un entorno alimentario más saludable y sostenible para la sociedad en su conjunto. Es hora de agregar “más crema a los tacos” no solo en términos culinarios, sino también en la promoción de investigaciones que respalden la salud y el bienestar de la comunidad y bajo este contexto como institución promotora de la salud en la Universidad de Navojoa se trabaja arduamente con determinación en hallazgos científicos oportunos para contribuir a la salud y nutrición adecuada.

Por lo anterior compartimos una de las publicaciones de un artículo científico de investigación en la Revista Científica Cuadernos de Investigación administrada por la dirección de posgrado de la universidad Adventista en Chile, nuestro homologo en aquél país; Este trabajo fue realizado recientemente por uno de los autores quien es docente del programa de nutrición institucional Víctor Hugo Solís Valladares, Ph.D. y la colaboradora M.E.C. Esther Josseane Ormeño Claudet. En la investigación se aborda efectivamente el tema de la “Determinación de grados Brix en bebidas no alcohólicas de elaboración artesanal como factor de riesgo obesogénico” en el cual los autores han contribuido fielmente en su propósito de aporte a la ciencia y la investigación de factores que afectan la salud mediante la determinación del contenido total de azúcar de caña en diversas bebidas no alcohólicas elaboradas artesanalmente, en respuesta a la creciente prevalencia de obesidad en México, sugiriendo su posible papel como factor de riesgo obesogénico asociado a la alimentación.

Dicha investigación fue realizada en Navojoa, Sonora, México. y los autores han expresado que:

“Dada la elevada concentración de sacarosa presente en las bebidas artesanales, el consumo de estos productos podría considerarse un factor de riesgo para el desarrollo de obesidad y otras enfermedades asociadas”.

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