Estudiantes de Teología son ordenados como diáconos y ancianos en solemne ceremonia

La Escuela de Teología de la Universidad de Navojoa (UNAV) vivió un momento trascendental con la celebración de la ceremonia de ordenación de nuevos diáconos y ancianos, un evento que marca un paso decisivo en la formación espiritual y ministerial de sus estudiantes.

Realizada en colaboración con la iglesia local, esta actividad forma parte esencial de las prácticas preprofesionales y del servicio social, permitiendo a los futuros ministros experimentar de manera directa el liderazgo y la vida práctica dentro de la comunidad eclesiástica.

Durante la ceremonia, los alumnos de primer semestre fueron ordenados como diáconos, mientras que los estudiantes de séptimo semestre recibieron la ordenación como ancianos. En un ambiente solemne y espiritual, los participantes fueron comisionados a través de la imposición de manos realizada por los docentes y pastores de la institución, quienes oraron por ellos dedicándolos al servicio de Dios y de su iglesia.

El propósito de esta experiencia es preparar a los jóvenes teólogos para ejercer un liderazgo responsable, humilde y comprometido con la misión, fortaleciendo tanto su carácter como su vocación pastoral. “La ordenación no solo es un símbolo de reconocimiento, sino también un llamado al servicio desinteresado y a la fidelidad a Dios”, mencionó uno de los pastores participantes.

Este evento trae consigo múltiples beneficios: para los alumnos, representa una oportunidad de crecimiento espiritual y de práctica ministerial real; para la Universidad, es una muestra clara de su modelo educativo integral, que une la formación académica con la experiencia espiritual; y para la iglesia, significa recibir nuevos líderes capacitados para servir con amor, responsabilidad y visión misionera.

Con esta actividad, la Universidad de Navojoa reafirma su compromiso con la preparación de líderes con principios cristianos, que no solo predican, sino que también viven los valores del evangelio. Cada estudiante ordenado se convierte en un testimonio vivo del propósito de la institución: formar siervos dedicados a transformar vidas a través del servicio y la fe.

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